Poema original
Madre, unos ojuelos vi (1941)
Madre, unos ojuelos vi,
verdes, alegres y bellos
¡Ay, que me muero, por ellos,
y ellos se burlan de mi!
Las dos niñas de sus cielos
han hecho tanta mudanza,
que la color de esperanza
se me ha convertido en celos.
Yo pienso, madre, que vi
mi vida y mi muerte en ellos.
¡Ay, que me muero, por ellos,
y ellos se burlan de mi!
iQuién pensara que el color
de tal suerte me engañara!
Pero ¿quién no lo pensara,
como no tuviera amor?
Madre, en ellos me perdí
y es fuerza buscarme en ellos.
¡Ay, que me muero, por ellos,
y ellos se burlan de mi!